Grupo D: Urbanismo emergente

De UrbanLabs

Contenido

Posibles contenidos de este grupo de trabajo

- La ciudad emergente

- Urbanismo digital

- (Tele)Comunicaciones

- Tejidos sociales

- Apropiaciones urbanas

- Espacios comunes ...

Preguntas y reflexiones

Para organizar el trabajo del grupo y establecer un nexo conceptual que de sentido a nuestro trabajo, me gustaría lanzar una serie de preguntas y algunas reflexiones personales sobre la propia idea de”urbanismo emergente” y sus consecuencias para el modo de diseñar, construir y vivir la ciudad. El objetivo de UrbanLabs no es contestar a estas preguntas, sino proporner y poner en marcha proyectos que acaben por contestarlas con sus resultados y la experiencia que proporcionen.

1. ¿Qué es el urbanismo emergente? ¿es deseable este modo de “hacer ciudad”? El urbanismo emergente se contrapone, o al menos complementa, a la planificación urbanística convencional. Lo emergente surge en gran medida de modo auto-organizado como consecuencia de la interacción y colaboración de grupos humanos amplios y diversos, como los que habitan las ciudades. En este sentido, la participación ciudadana surge como motor del proceso, pero entendida no solo como debate y deliberación, sino especialmente como acción directa en la “construcción” de la ciudad.

La imagen oficial de la ciudad tiende a centrarse en las consecuencias de la planificación y en la parte tangible. De este modo, la ciudad informal o emergente tiende a pasar desapercibida. Pero, si somos capaces de realizar una lectura más amplia y profunda de los procesos irbanos descubrimos que es posible aprender de la ciudad informal, y que este tipo de procesos “no oficiales” o “no planificados” tienen una importancia mayor de la que nos proporciona la visión convencional:

Los modelos tradicionales de planificación lastran el desarrollo de las ciudades tanto por sus fracasos como por su persistencia en la mentalidad de gestores y diseñadores aún cuando creen afrontar nuevos retos de modo que los cambios se quedan casi siempre en la superficial. Persisten los mitos de la innovación urbana

En esta línea, cabría preguntarse cual es el impacto real que las leyes y regulaciones tienen en la dinámica de la ciudad y hasta que punto los espacios arquitectónicos (¿el “código” urbano?) condiciona los procesos emergentes.

2. Urbanismo participativo. En el contexto de nuestro grupo de trabajo, y de lo que definimos como urbanismo emergente, la participación ciudadana tiene un significado más profundo que el habitual y sigue la línea propuesta por antropólogo Arjun Appadurai en esta entrevista en Airoots. La participación activa requiere de tres condiciones:

- información - “espacios” de comunicación, y - capacidad de toma de decisiones, que serán individuales o colectivas según el proyecto de que se trate. Caso de ser decisiones colectivas, deben existir mecanismos que propicien un proceso participativo. En contraste, la participación que nos encontramos habitualmente en nuestras ciudades responde a procesos y organizaciones institucionalizadas y burocratizadas de modo que acaba por convertirse en una ratificación por parte de una élite ciudadana de decisiones políticas previas (esto es lo que suele suceder, por ejemplo, con los planes urbanisticos).

3. El papel de la tecnología. La innovación social suele verse limitada por una visión simplificadora y reduccionista que asume que basta con que la tecnología proporcione información al ciudadano para que se establezca un sistema participativo. Pero la tecnología por si sola no asegura el resto de procesos y no todos los tipos de información son igualmente útiles. La participación ciudadana en los espacios urbanos requiere de información detallada en el espacio y continua en el tiempo para poder comprender la dinámica de los procesos urbanos. Estos son sumamente complejos y difíciles de captar con los datos estadísticos agregados o unos pocos sitios de monitorización (por ejemplo, tráfico, variables ambientales). Pero esta información para ser verdaderamente útil y operativa debe ser integrada en bases de datos, procesada y visualizada (estadísticamente o en modelos) para su análiis y consulta. Dada la importancia del componente espacial, los sistemas de información geográfica, y su evolución hacia plataformas de neogeografía, se hacen indispensables.

Otra visión limitada de la interacción entre tecnología y participación piensa en los ciudadanos como proveedores de información ubícua y contínua, por ejemplo mediante sensores integrados en dispositivos móviles. Por último, no debemos olvidar que una misma tecnología puede ser utilizada para la participación o para el control ciudadano (por ejemplo dispositivos móviles sensores para monitorización ambiental que pueden convertirse en dispositivos de localización continua personal). Por tanto, no puede entenderse el papel de la tecnología independientemente del contexto político.

4. ¿Una metodología para provocar procesos de urbanismo emergente? Urbanismo emergente es, o puede ser, algo más que urbanismo informal. La ciudad informal es la línea base, los procesos de organización social y urbana que surgen sin mediación o “provocación”. Pero, es posible crear condiciones que provoquen este tipo de procesos emergentes. La metodología del pensamiento de diseño aplicada a la ciudad puede ser una buena opción para provocar el desarrollo de proyectos de urbanismo emergente. Esta metodología presenta tres fases básicas que generan interesantes preguntas cuando se aplican a la ciudad:

- Experiencia de usuario. Es imprescindible comprender la ciudad desde el punto de vista del ciudadano y su vida cotidiana (y desde la diversidad de personas que la habitan). Por tanto, necesitamos métodos de observación y representación que capten esta realidad. - Prototipado. La ciudad es una plataforma sobre la que se pueden desarrollar prototipos (tangibles, como intervenciones urbanas, e intangibles, como modelos organizativos o de toma de decisiones) que se pueden someter a prueba para su mejora y modificación continua. Diseñar proyectos de pequeña escala y susceptibles de ser difundidos viralmente para su replicación prmite acelerar este proceso. - Storytelling. Comunicar los proyectos a los ciudadanos, “contándolos” desde la experiencia de usuario se convierte en un eleento fundamental para provocar su participación activa y la difusión “viral” de un proyecto.

5. ¿Políticas para el urbanismo emergente? Además de las propias iniciativas ciudadanas que contribuyen a construir un modelo emergente de urbanismo, la política, y especialmente los gobiernos locales, pueden contribuir a generar las condiciones para que surja esta dinámica. No se trata ya de seleccionar y diseñar proyectos específicos, sino de diseñar escenarios para la participación y creación ciudadana en los espacios públicos. De este modo, son imprescindibles estrategias para el empoderamiento ciudadano y que provoquen la apropiación de la tecnología y la información. Esto nos lleva a un tipo de acciones políticas heterodoxas que poco tienen que ver con lo que normalmente se denomina urbanismo. Esta política, que en otro momento denominé urbanismo 2.0 (más aquí), se apoyaría en cuatro elementos fundamentales:

- transdisciplinar e integrador (“política local”) - importan más las personas y las redes sociales que las infraestructuras - la tecnología y la imaginación permiten soluciones "de abajo a arriba“, baratas y efectivas - los ciudadanos somos usuarios activos y no consumidores pasivos

Complementariamente, este urbanismo debe apoyarse fuertemente en los procesos culturales emergentes, y en particular a la cultura digital que se integra en los espacios públicos urbanos. En este sentido aparecen nuevas necesidades (más aquí) que podríamos resumir en:

- Conocimiento libre. Propiedad intelectual flexible (copia y remezcla) - Digitalización de la vida urbana. Información geolocalizada - Liberación del espectro radioeléctrico - Conectividad ubicua y barata - Alfabetización (literacy) digital

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